A mis 39 años tenía la opción de refugiarme en la excusa de que es más difícil encontrar empleo después de los 35, que es muy tarde para empezar una nueva carrera o que tengo una fuerte carga familiar para estar haciendo cambios en mi vida profesional.

Esa es la voz del señor impostor gritando desde lo más profundo de mi ser. Sin embargo, pudo más el corazón.

Cuánta razón tuvo Steve Jobs en decir que “El único camino para hacer un gran trabajo es amar aquello que haces”.

Desde el 2016 me he enfrentado a muchos cambios emocionales, espirituales y físicos. He luchado con mis hábitos y mi disciplina. En este camino me ha tocado redescubrirme, mirar a mis sueños de frente y plantearme metas.

Es ese tipo de experiencias donde te enfrentas a tu peor enemigo, que es el señor impostor, un personaje que habita dentro de tu cabeza y constantemente te hace cuestionar tu valor… pero también te da la oportunidad de conocer lo mejor de ti.

Por mi parte, más allá de hoy sentirme empoderada con mi vida profesional, lo que en realidad me hace feliz es que pueda trabajar en lo que amo hacer.

Para llegar ahí, en el 2017 pasé por un proceso de mentoría que me llevo a cuestionar:

1. ¿Qué es lo que se me da muy bien?

Esas cosas que la gente reconoce en ti, por lo que buscan tu ayuda o que haces de manera excelente en tu vida.

Anda escríbelo, eso que estás pensando

¿Qué es lo que disfruto hacer?

De esto que se te da muy bien qué es aquello que realmente disfrutas y harías, aunque no te pagaran. Escribe eso que te hace sacar una sonrisa.

Ahí fue que descubrí dos cosas: Amo aprender algo nuevo todos los días y se me da muy bien transmitir conocimientos. Y es ahí como decidí declarar mi mantra: Ser un puente entre personas y conocimientos.

Ahora, cuando tengo dudas sobre un nuevo rol o hacia dónde dirigirme, vuelvo a ver mi mantra y todo empieza a ordenarse.

No es un camino fácil, he estado con incertidumbre, he tenido miedo y he estado con mucha ansiedad, pero aquí estoy hoy invitándote a que te reconozcas y silencies al señor impostor que todos tenemos dentro.

Todos los cambios que he decidido enfrentar me han llevado hacia lo que soy hoy, una profesional que quiere contagiar a otros con la pasión de aprender y hacerse cargo de su propio desarrollo profesional, que me divierto en el proceso y ejerce su trabajo con el corazón y la mente.

Mucho de mi crecimiento es fruto de estudiar de forma constante e inspirarme en personas que me contagian con su energía y ganas de transformar el mundo.

Sé que hacerse cargo de tu propio desarrollo profesional, puede parecer muy retador, pero estás aquí leyendo una historia real de alguien como tú que tuvo dudas y hoy se atreve a contarte un poco de su historia. (Me encantará leer la tuya algún día)

Te animo a silenciar el impostor y escuchar tu corazón para descubrir lo que amas hacer, sólo de esa forma vas a gestionar tu propio desarrollo profesional y harás un trabajo extraordinario.

Si quieres leer más contenido para mejorar tu vida profesional, suscríbete a este newsletter que cada semana escribo para ti.

Un abrazo.

Rocío Paredes